Seth Curry entró en pista con los Kings el Sábado por la noche en Oakland. Ya perdían por 27 ante los Warriors de Golden State y lo primero que hizo el hermano pequeño de Steph Curry fue dar una asistencia a Omri Casspi y después fallar un tiro.
Pero para alguien que se ha dado muchas veces de frente contra las barreras, fallar un tiro no es un obstáculo, es una motivación. Por eso, tras el fallo, Curry anotó tres triples sin fallo y dio otra asistencia. Esos minutos de la basura, donde algunos jugadores juegan por jugar, otros aprovechan las oportunidades.
Por eso anoche Curry fue el sexto jugador de los Kings con más minutos jugados. Por delante de Kosta Koufos, Ben McLemore o Marco Belinelli. Y no precisamente minutos de la basura.
“Es lo que había estado esperando, una oportunidad para jugar significativos minutos, tratar de dar un poco de energía”, decía el guard en declaraciones recogidas por Leo Beas para CowbellKingdom.com.
Lo cierto es que Curry había entrado en el partido con los Kings perdiendo por 10 ante los Mavericks de Dallas. Y lo cierto también es que se fue del encuentro con 8 puntos y con el equipo sólo a cuatro pero con una sensación muy diferente.
Precisamente en ese partido contra los Warriors que citaba al principio, el narrador del equipo local se sorprendía ante las escasas oportunidades del hermano pequeño en la NBA. Y es que aunque la NBA tiene grandes estrellas, buenos secundarios y grandes complementos, Curry posee un don que muy pocos hombres en este deporte tienen: un talento excepcional para tirar. Y eso es algo muy cotizado.
Nadie excepto George Karl sabe en que acabará el buen partido de Curry. Pero desde luego, el trabajo está ahí y la noche contra los Mavericks siempre será un punto de inflexión en su corta carrera.
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