Un domingo de definir.

Durante toda la temporada los Dolphins de Miami han estado jugando inconsistentes, con altas y bajas. Para completar se han visto envueltos en una controversia inusual tras las declaraciones del caso Martin/Incognito. Desde los primeros juegos donde arrancaron con marca de 3-0, se notaban los problemas de la línea ofensiva. Ryan Tannehill, el mariscal de campo (QB) alrededor del cual se reconstruyen los Dolphins a este momento es el líder en detenciones (sacks) de la NFL con 45 en 12 juegos con un promedio de 3.75  por juego. Aun así Tannehill está teniendo una temporada que solamente es superada por el astro Dan Marino con 3,115 yardas por aire y busca de ser junto a Marino los únicos mariscales de campo en sobrepasar las 4,000 yardas en una temporada. El pasado domingo frente a los Jets en Nueva York los Dolphins protegieron bien a Tannehill, la fuerte defensa de los Jets se vio afectada al no poder detener a Tannehill. Eso es un buen indicio para las aspiraciones de obtener el último espacio en el juego del comodín (wild card game). 

Hoy domingo los Dolphins van a un juego que podría definir el futuro de la franquicia. Y se podría pensar que es descabellado decir que un solo juego define todo el futuro de una reorganización o reconstrucción, pero mirémoslo punto por punto. Los Dolphins viajan a Pittsburgh para enfrentar a unos Steelers que necesitan mantenerse con vida en la carrera por ese último espacio para la post temporada. En un ambiente hostil y con una temperatura que se espera pueda bajar con el factor viento que soplará a razón de 10 MPH viniendo del este y que podría bajar de 29 grados a los 19 grados la temperatura a la hora de comenzar el juego, con la posibilidad de nieve durante el juego. Esto significa que los jugadores de Miami, estarán jugando en una temperatura a la cual no acostumbran si se compara con los 80 a 85 grados en que se mantiene su estadio durante la temporada. Estadísticamente hablando ambos equipos tienen números muy parecidos, ambos no han tenido un buen juego en la carrera, los Dolphins con un promedio de 89 yardas por juego, mientras que los Steelers promedian unas 77 yardas. En el juego por aire la cosa es similar ya que los Steelers tienen alrededor de 262 yardas por juego y los Dolphins unas 233 yardas por juego. Pero hay un punto clave para este partido y es que los Steelers tendrán problemas con su línea ofensiva ya que varios de sus abridores estarán fuera de la alineación lo que pone en peligro el juego aéreo de Ben Roethlisberger que ha sido su mayor arma ofensiva. Mientras la línea ofensiva de los Dolphins viene de tener su mejor juego de la temporada.  Roethlisberger tendrá que tener los ojos bien abiertos ante el constante ataque de Olivier Vernon 10.5 detenciones (sacks), Cameron Wake 6.5 detenciones y Jared Odrick con 4.5 detenciones. Aun así el ambiente en el estadio podría obligar al juego de la carrera, y es en ese tipo de juego donde ambos equipos fallan. 

En un juego donde Tannehill debe demostrar que es el futuro de la franquicia, viene obligado a ganar y probar que puede ser ganador en la NFL liderando a los Dolphins en los juegos importantes. Una derrota hoy deja a los Dolphins depender de lo que suceda en otros juegos, casi sin vida hacia la postemporada y con un futuro inmediato sombrío. Ya que han sido fuertemente criticados por el trabajo de su cuerpo de dirigentes ofensivos a quienes lidera Mike Sherman. Además, el escándalo Martin/Incognito ha puesto en entredicho el liderato de su dirigente Joe Philbin dentro del camerino. Y se rumora que las decisiones tomadas durante y después de la pretemporada por su Gerente General Jeff Ireland han puesto su futuro en los Dolphins en entredicho, aunque se le haya extendido su contrato durante la temporada.

Es un juego grande e importante para el futuro de los Miami Dolphins y para su mariscal de campo (QB) Ryan Tannehill. Es aquí en estos juegos que significan mucho “donde los niños se separan de los hombres”. Tannehill tendrá hoy en sus manos el futuro no solo suyo, si no el de mucha gente dentro de la organización. ¿Podrá guiarlos a la post temporada? ¿Comenzarán los planes para una nueva reconstrucción?   Es hora de jugar football…

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