Hace dos semanas y tras la derrota frente a Búfalo, comentando en la red de Twitter dije que el problema de los Dolphins de Miami tenía nombre y apellido: Ryan Tannehill. Muchos me dijeron que era una temporada larga que faltaban otros 14 juegos, que debía esperar a ver cómo iba la temporada. Parece que ya el cuerpo técnico de los Dolphins no va a esperar mucho más. El dirigente Joe Philbin ha dejado entrever frente a la prensa que Tannehill no será el abridor frente a los Raiders de Oakland en Inglaterra. El dirigente ofensivo Bill Lazor fue más lejos y habló directamente de las estadísticas que ponen a Tannehill en el espacio número 32 entre los abridores de la NFL. Sus números esta temporada son mediocres cuando vamos a compararlos con el promedio de la liga. Está en solo 5 yardas por jugada en comparación al promedio de la liga que supera las 7 yardas. Y su producción en pases de 10 yardas o mas es solo una tercera parte 7 en 21, y en los pases de 20 yardas o mas es prácticamente cero su producción. Si analizamos los tres primeros juegos de la temporada nos daremos cuenta de que incluso el juego contra los Patriots de Nueva Inglaterra su producción no fue aceptable contra el promedio de la liga, y fue el juego defensivo quien mantuvo el empuje en la segunda mitad para esa impresionante victoria.
Tannehill tiene un problema para tomar rápidas decisiones, no es arriesgado, se nota en los videos las muchas indecisiones a la hora de lanzar el balón. Se ve mucho movimiento hacia delante y atrás de su brazo los cuales no son engaños contra la defensa contraria, son problemas de confianza y agilidad mental para definir donde enviar el balón. Entiendo que si para mi es fácil observarlo en las tomas de un juego, debe ser igual para el cuerpo técnico ofensivo darse cuenta de estos problemas que van mas allá de su mecánica para lanzar. Entiendo que la responsabilidad también recae en el dirigente de los mariscales de campo (QB) de los Dolphins. A eso súmele la falta de coordinación de su vista y brazo a la hora de enviar el balón a distancia, lo cual no puede hacer con regularidad, y una vez falla ese primer envío largo no lo vuelve a tratar ya que no confía en sus habilidades. Debemos entender que Tannehill fue convertido de recibidor abierto (WR) a mariscal de campo (QB), lo que me lleva a suponer que hay cosas básicas que se aprenden con el tiempo en las categorías menores que este no conoce. Como por ejemplo enviar la bola a un lugar determinado en una ruta y no a un recibidor, ya que es el recibidor quien debe encontrar el balón en el lugar especifico que establece el patrón ofensivo. Habilidad que parece no estar clara o presente en los envíos de Tannehill.
La prensa deportiva de Miami es comparada con la de Nueva York, ponen una presión adicional ya que son conocedores y no meros espectadores reportando. Podría comparar la situación de Ryan Tannehill con la que experimentó hace unos años el pelotero Carlos Beltrán con los Mets de Nueva York. Beltrán fue contratado por los Mets para que el equipo girara en torno a su figura. En el beisbol de las Ligas Mayores (MLB) los periodistas solo entran al camerino luego de los partidos en los equipos de Nueva York, y siendo Beltrán la figura clave de los Mets tenía que lidiar con su poca producción en aquella temporada y la presión adicional de tener una prensa conocedora que pedía explicaciones. En este momento Ryan Tannehill está experimentando un comienzo de temporada pésimo cuando en la temporada muerta el equipo se encargo de darle una línea ofensiva que lo protege, un juego en la carrera más que aceptable y un cuerpo de recibidores (WR) envidiable para muchos.
Parece que será una temporada difícil para Tannehill y de este no dar un giro de 180 grados a los Dolphins en las próximas semanas podría quedar fuera como abridor. Debo resaltar que el calendario de juegos no favorece en nada al mariscal de campo (QB) de los Dolphins ya que los oponentes son de alto nivel semana tras semana lo que pone en aprietos a Ryan Tannehill.
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