Hace dos semanas estuve aquí realzando la importancia de los juegos que tenían frente sí los Dolphins de Miami: Green Bay en casa y los Bears de Chicago en la carretera. El mariscal de campo (QB) de los Dolphins Ryan Tannehill se encontraba en medio de la controversia creada por su propio dirigente Joe Philbin sobre su capacidad para llevar al equipo a otro nivel. Pues repasemos lo que sucedió y el futuro de lo que resta de la temporada para los Dolphins.
Debemos comenzar mirando el trabajo de Tannehill al mando de la ofensiva. Sus total de yardas es de 1423, pero alrededor de 800 de esas yardas son en los últimos tres partidos, con un porciento de 87.8 y 10 anotaciones (TDs) con 5 intercepciones en el juego aéreo. Por tierra los corredores, incluido el propio Tannehill, han acumulado 818 yardas (número 11 en la NFL) en 170 intentos para un promedio de 4.8 yardas por intento. Lo que los coloca con el tercer mejor promedio de la liga por intento, solamente superados Seattle y New Orleans y empatados con el líder de la liga en yardas acumuladas: Dallas. Incluyo estas estadísticas de la carrera en el trabajo de Tannehill ya que este ha comenzado a usar su talento, velocidad y fortaleza para abrir el campo acumulando yardas en momentos claves de los juegos. La línea ofensiva a permitido 14 detenciones en estos primeros 6 juegos demostrando una gran mejoría en comparación al trabajo de la pasada temporada. Los recibidores han sido una combinación de éxito comandados por Mike Wallace, quien ha comenzado a producir en grande domingo tras domingo, con un total de 359 yardas en 30 recepciones buenas para 5 anotaciones (TDs) y promedio de 12 yardas por captura. El promedio del equipo en yardas por captura es de 6.5, y el total de las 5 anotaciones de Wallace es el 50% de la producción de los Dolphins en la zona roja. Cabe destacar que Brian Hartline ha estado prácticamente invisible dentro de la ofensiva con una sola anotación (TD), pero el novato Jarvis Landry tal y como habíamos adelantado ha comenzado a tener un papel protagónico en la ofensiva de los Dolphins, siendo la segunda arma por aire preferida por Tannehill.
Del lado defensivo del balón las cosas han comenzado a funcionar, ya que al principio de la temporada las lesiones combinadas con las suspensiones de Reshad Jones y Dion Jordan mermaron esa parte del juego. Las lesiones de Koa Misi, Philip Wheeler, y Dannelle Ellerbe dieron paso a que jugadores como Jelani Jenkins y Jason Trusnik demostraran que pueden hacer el trabajo todos los domingos en la mitad del campo. Los demás comandados por Cameron Wake en la parte frontal con 4.5 detenciones (sacks) quien ha provocado 3 pérdidas de balón (fumbles) y Brent Grimes en la parte trasera con una intercepción, una pérdida de balón (fumble) provocado y 6 pases interrumpidos, han hecho un trabajo aceptable que debe mejorar con el regreso de Jones, Jordan y Misi. En este momento estadísticamente hablando la defensa de los Dolphins es una defensa floja o mala y ocupan en espacio número 26 de la liga.
Ahora vamos a la dirección del equipo. Bill Lazor ha sido una refrescante sorpresa con su trabajo a cargo de la ofensiva, pero en ocasiones su trabajo se ha visto afectado por las decisiones del dirigente Philbin, que ya en más de una ocasión ha admitido que cambia el patrón de juego cuando él lo entienda necesario, responsabilizándose por dos de las tres derrotas de los Dolphins. Pero Philbin quien era coordinador ofensivo y dirigente de mariscal de campo (QB) en Green Bay, no solo ha echado por la borda dos juegos cambiando el juego agresivo de Lazor por uno conservador, sino que en la última derrota y jugando en casa con el marcador 24 a 20 favoreciendo a los Dolphins frente a su antiguo equipo Green Bay, con menos de un minuto de partido utilizó dos tiempos del lado defensivo del balón lo que dio paso a que Aaron Rodgers se reagrupara y consiguiera la anotación que daría la victoria a los Packers dejando sin tiempo a los Dolphins y poniendo en una situación sumamente difícil al coordinador defensivo Kevin Coyle quien no las ha tenido todas consigo en este arranque de temporada al mando de la defensa Dolphin.
En los equipos especiales se ha comenzado a destacar Jarvis Landry como recibidor de patadas acumulando muchas yardas y dándole a los Dolphins buena posición ofensiva en cada posesión del balón. También ha estado teniendo una temporada aceptable el pateador de los Dolphins Caleb Sturgis quien la pasada temporada estuvo inconsistente.
Al final del camino los Dolphin han comenzado a tener una temporada aceptable a ambos lados del balón, especialmente a la ofensiva comandados por Tannehill. Del lado defensivo las cosas deben mejorar o de lo contrario Coyle estará en problemas como coordinador ofensivo, ya que el trabajo defensivo ha sido el más inestable del equipo. Por el lado de Philbin, este de no clasificar a la post temporada entiendo y me arriesgo a decir que será despedido y tendremos un nuevo capítulo en la búsqueda de un nuevo dirigente. Como dice Ruben Blades en su canción: decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana… Dos semanas después Joe Philbin tiene record de 3-3, con dos derrotas de su entera responsabilidad.
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