Un trago amargo.

El pasado domingo en un juego que se podría catalogar de una “batalla épica”, los Dolphins de Miami cayeron derrotados 20 a 16 frente a Lions de Detroit. Fue un despliegue impresionante de defensa por ambos equipos, demostrando que son dos de las más completas unidades defensivas de la NFL. Al final y luego de un tiempo pedido por Miami, en una jugada espectacular donde todo el mundo estaba cubierto defensivamente hablando, el mariscal de campo (QB) de los Lions logró conectar un pase en la zona de anotación por un espacio donde su recibidor tuvo que lanzarse en zambullida para poder retener el balón. Dejando a los Dolphins en una posición apretada al momento en la carrera por un espacio en la postemporada. Ambos equipos salieron maltrechos del encuentro ante el ataque implacable de las defensas. También demostraron que el trabajo de sus Gerentes Generales (GM) ha sido excepcional, ya que los jugadores que venían del banco, jugada tras jugada, y lesión tras lesión hacían un trabajo igual al jugador que abandonaba el terreno. Muestra de esto fue cuando por lesión Branden Albert abandonó el terreno de juego. La movida interna de la línea ofensiva de los Dolphins,  mover a JaWuan James a la posición de Albert, y traer a Dallas Thomas a la posición de James; aun así la línea ofensiva de los Dolphins se mantuvo al mismo nivel que durante la primera mitad de la temporada.

Los Dolphins han mejorado considerablemente durante esta temporada a ambos lados del balón. Pero la situación es complicada al momento para la clasificación ya que hay, luego de sacar de la ecuación a los líderes divisionales de la conferencia Americana, alrededor de otros 7 equipos que junto a los Dolphins estarían luchando por los espacios restantes y el codiciado juego del comodín (wild card). De mantenerse la carrera como esta al día de hoy los Dolphins deben comenzando este próximo jueves, derrotar a los Bills de Búfalo, ambos juegos a los Jets de Nueva York y a los Vikings de Minnesota, esto los podría con 9 victorias. Pero esto no sería suficiente y deberían sacar por lo menos uno de los otros tres partidos frente a: Broncos de Denver, Patriots de Nueva Inglaterra, y Ravens de Baltimore. Es una ecuación complicada ya que ha este momento aparenta, de seguir la temporada como hasta el momento, que el número clave para la clasificación por el juego del comodín (wild card) debe ser 10 victorias.

Por el momento lo que importa es sacar ese juego en casa frente a los Bills el próximo jueves y colocarse en la segunda posición del Este de la conferencia Americana. Luego tendrán 10 días para “afinar los motores”, y enfrentar como visitantes a los Broncos en Denver y luego a los Jets en Nueva York. La clave es trabajar juego a juego, sin pensar en lo que pase alrededor. Con el nivel de juego presentado hasta el momento los Dolphins pueden encargarse de controlar su clasificación, dejando a un lado el trago amargo de la derrota el pasado domingo en Detroit.

 

Arrow to top