Una prueba de fuego.

Hoy domingo los Dolphins de Miami tendrán en sus manos la oportunidad de demostrar que son contendores a un espacio en la post temporada de la NFL. Se enfrentarán a uno de los equipos más poderosos de la liga y a domicilio: los Broncos de Denver. Si se mira en perspectiva lo que señalamos en uno de nuestros escritos pre temporada encontrarán que dije que el calendario de los Dolphins para esta temporada era uno difícil. Según han ido pasando los juegos los Dolphins han demostrado que son un equipo que sabe jugar a ambos lados del balón. Pero ha habido dos partidos sumamente importantes donde los Dolphins no han podido cerrar para mantener las ventajas en los últimos minutos: contra Geen Bay y Detroit. Dichos partidos se han definido prácticamente en la última posesión del  oponente. Pero dejemos el pasado a un lado y analicemos el partido de hoy. Los Broncos vienen de una difícil derrota frente a los Rams donde solo pudieron lograr 7 puntos, y su defensa permitió 22 puntos a los Rams. Por su parte los Dolphins vienen de una semana corta donde obtuvieron una importante victoria sobre sus rivales divisionales los Bills de Búfalo, 22 a 9 y donde solo permitieron goles de campo (field goals) al equipo contrario. Si echamos una mirada a los números veremos que la producción de yardas de parte del mariscal de campo (QB) de los Broncos, Payton Manning estuvo dentro de su promedio con un total de 389, aun así fueron derrotados y Manning lució incómodo dentro del campo.

La tarde de hoy será definida por el juego defensivo de ambos equipos. Los Broncos deberán detener el juego por la esquinas de los Dolphins, algo que les favorece con el excelente trabajo que realizan DeMarcus Ware y Von Miller poniendo presión  en ese tipo de juego abierto. Estos vendrán a atacar al novato JaWuan James quien tras la salida por lesión de Branden Albert está jugando como guardia izquierdo (LG). Los Dolphins por su parte deben ser pacientes con el ataque defensivo a Manning y más que ir a buscar las detenciones (sacks) deben lograr sacarlo de su “zona de confort” identificando sus movimientos dentro del bolsillo ofensivo (pocket) que definen a donde enviará el pase. Esta última parte fue perfectamente definida por los Rams y aun cuando Manning convirtió 389 yardas en pases, solo pudo producir una anotación (TD). Para esto los Dolphins tienen a dos de los mejores en la NFL: Cameron Wake y Olivier Vernon.  Los Dolphins también deben limitar al mínimo la producción del juego de la carrera de los Broncos, lo que hará más fácil el trabajo de Wake y Vernon por las esquinas.  Una vez el juego de ambos comience a producir presión en la línea ofensiva de los Broncos, el ataque a Manning debe venir desde el centro del la defensa de Miami ya que los Broncos tratarán de detener el ataque de Wake y Vernon doblándolos en las esquinas.

Del lado ofensivo del balón los Dolphins deberán traer variantes a los pases y la carrera abierta que han estado usando en los últimos juegos, ya que las esquinas Ware y Miller estarán pendientes a detener dicho tipo de juego que se amolda perfectamente al tipo de defensa de los Broncos. Una opción que podríamos ver hoy son pases intermedios de parte de Ryan Tannehill al centro del campo en rutas cortas. Y más intentos en la carrera por parte del propio Tannehill por el centro, para así abrir el campo a sus recibidores abiertos (WR). Tampoco nos debe sorprender que Bill Lazor el coordinador ofensivo (OC) de los Dolphins trate por primera vez en la temporada de conseguir pases largos más a menudo contra la defensa de los Broncos. Para esto siempre estará listo Mike Wallace y muy bien hoy podría resurgir el juego de Bian Hartline.

Será una tarde emocionante y de mucha adrenalina para las fanaticadas de ambos equipos. Los Dolphins buscarán demostrar que pueden ser contendores, tratarán de subir un escalón más en la búsqueda de un espacio en la post temporada. Un pase que está en sus manos y que solo ellos pueden definir. Por el momento hoy es una prueba de fuego en las aspiraciones a la clasificación.