La salida de Bill Lazor como coordinador ofensivo de los Dolphins marca un nuevo capítulo en la larga historia de reestructuración de los Dolphins de Miami. Luego de mucha crítica Dan Campbell tomó la decisión correcta y relevó de su cargo a Lazor. Los Dolphins volvieron a abandonar el juego de la carrera, no había balance ofensivo entre el juego por aire y el de la carrera. Esta forma de jugar diluye el talento del mariscal de campo (QB) Ryan Tannehill, dejándole vulnerable a la defensiva contraria, leído. Con menos de 20 puntos en promedio por juego el cambio se veía venir. Campbell buscó dentro de la organización a la persona más cercana a Tannehill, el dirigente de mariscales de campo Zach Taylor tendrá a su cargo el esquema ofensivo. Taylor ha sido recibido con reservas dentro de la afición de Miami ya que sus mentores y su suegro, Mike Sherman, siempre han favorecido el juego por aire sobre el juego balanceado. Lazor cometió demasiados errores a la hora de enfrentar la prensa. Lo peor era que buscaba excusas y en el trabajo de dirección del deporte profesional es mejor asumir la responsabilidad de la situación del equipo, que tratar de dar excusas. Las sesiones de prácticas de los Dolphins del lado ofensivo presentaron algo quizás refrescante dentro toda la situación durante la semana, por primera vez en muchos años se le permitió al mariscal de campo (QB) opinar en el plan de juego. Sabemos que cinco días no son suficientes para establecer un nuevo patrón ofensivo, pero darle espacio a Tannehill para hacer cambios en el terreno de juego sería algo interesante de ver, ya que este puede ajustar ante los cambios defensivos mostrados por el contrario en el campo de juego. Eso sería un cambio favorable a favor del plan de trabajo de Taylor, quien aunque no tiene experiencia previa llamando jugadas, su experiencia como jugador, fue mariscal de campo, lo lleva a pensar como mariscal de campo. Solo el tiempo dirá hacia donde se dirigen los Dolphins. Campbell y Taylor tienen cinco juegos para demostrar cuanto pueden aportar al futuro de la organización.
Estas semanas serán una cuesta empinada donde muchos pondrán en juego su permanencia en la organización. El tiempo de experimentar es ahora, hay que olvidarse de la clasificación, es un intangible, algo remoto en este momento. ¿Podrá Tannehill ser ese líder dentro del campo de juego que todos esperan? Es cosa de tiempo, se comienza a escribir un nuevo capítulo en la reestructuración de los Dolphins. Campbell en este momento aparenta ser un “ave de paso”. La sensatez apunta a dejar a un lado los experimentos con dirigentes emergentes, y traer a las riendas de los Dolphins un dirigente con experiencia, que sepa construir ganadores, que sepa desarrollar talento, que sepa ganar juegos. Ya la mediocridad se apoderó de la organización una vez más, y no hay espacio para ella en una organización histórica donde sus fanáticos, los leales dolfans, comienzan a perder las esperanzas de ver su equipo en la post temporada en un futuro cercano.
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