Luego de la semana de descanso (bye week), los Dolphins de Miami se presentarán mañana a su primera prueba contra rivales de la conferencia del Este de la AFC los Bills de Buffalo. Ambos equipos vienen de perder sus últimos dos juegos. La semana de descanso ha sido de gran ayuda para los Dolphins ya que la gran mayoría de sus jugadores lastimados probablemente estarán disponibles: Chris Clemons, Brandon Fields, Nate Gardner, Dion Jordan, Koa Misi, Mike Pouncey, Jason Trusnik, Will Yeatman y Cameron Wake. Muchos de estos son piezas claves ya sea del lado ofensivo o defensivo. También podrían estar disponibles, pero su participación es cuestionable: el recibidor abierto (WR) Brandon Gibson y el defensa Dimitri Patterson. Estos últimos fueron claves en las primeras victorias de los Dolphins, pero luego su participación se ha visto limitada. El defensa Dannell Ellerbe con toda probabilidad estará fuera para este juego, lo cual significa una baja lamentable para la defensa de los Dolphins. De Ellerbe ser la única baja para el juego de mañana, significa que los Dolphins supieron aprovechar la semana de descanso para tener su equipo prácticamente completo y saludable.
La semana concluyó sin movimiento de jugadores significativo, y lo único que llamó la atención fue que los Dolphins dejaron libre el espacio numero 53, al dejar libre al tacle defensivo Marvin Austin. Esto despertó expectativas y dio paso a la especulación. Muchos pensaron que los Dolphins ante el fracaso del juego de la carrera tratarían de conseguir un corredor (RB), para sustituir a Lamar Miller o Daniel Thomas. Los más sensatos especularon que los Dolphins saldrían a buscar un jugador de línea ofensiva, pero no sucedió nada. Y es entendible, ya que ningún equipo a este punto de la temporada le dará nada a cambio a un equipo que mantiene record ganador, que resolviendo cualquiera de esos dos problemas o ambos, pasaría de un equipo de playoffs a un equipo contendor al Súper Tazón (Super Bowl). No es secreto que el juego de la carrera y las deficiencias de la línea ofensiva de los Dolphins los han convertido en un equipo unidimensional jugando más del 90% de sus oportunidades por aire. Esto los convierte en predecibles y más fácil de defender. Su dirigente ofensivo Mike Sherman dejó claro durante la semana que su ofensiva no cambiará la forma de llamar las jugadas, y fue mucho más lejos al asegurar que la línea ofensiva ha demostrado mejoría juego tras juego. Algo que ha sido fuertemente cuestionado por los expertos, ya que el castigo que ha recibido su mariscal de campo (QB) Ryan Tannehill ha sido demasiado y de mantenerse de esa manera seria casi imposible que termine la temporada sin salir lastimado. A este momento Tannehill ha sido detenido (sacks) a razón de 5 veces por juegos. Los comentarios de Sherman lo dejan en “la silla caliente” de los Dolphins, ya que es imposible que la gerencia no se esté dando cuenta de que las fayas por parte de la línea ofensiva están perjudicando el juego ofensivo de los Dolphins ya que no han podido proteger a Tannehill.
Por el momento los Dolphins deben comenzar a ganar terreno con victorias ante los rivales de su división y esta es una buena oportunidad para enviar un mensaje claro de que son contendores a ganar la misma. La semana de descanso ha sido de beneficio para los jugadores lastimados y los Dolphins se presentaran completos y descansados. La línea ofensiva tiene la última palabra. ¿Podrán proteger a Tannehill y abrir camino a la carrera? Veremos mañana.
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