Los Dolphins de Miami presentarán mañana domingo un equipo bien distinto al que dominó a los Patriots de Nueva Inglaterra en el primer juego de la temporada. Un equipo diezmado por lesiones, que se quedó sin presencia en la línea frontal ofensiva y que actualmente no puede proteger a su mariscal de campo (QB) Ryan Tannehill. Estadísticamente Tannehill tiene menos tiempo para lanzar el pase que con la línea frontal de la pasada temporada. En los últimos juegos ha vuelto a aparecer la pesadilla de las detenciones (sacks) en momentos claves. La pasada temporada Tannehill fue detenido en 58 ocasiones, actualmente lo han detenido en 34 ocasiones y su proyección para la temporada debe estar cerca de 45. El pasado domingo se derrumbó sobre Tannehill la línea ofensiva permitiendo 6 detenciones. La salida de Branden Albert se ha hecho sentir en esta fase de la temporada y es algo para lo que parecía que habían encontrado solución, pero con el pasar de los juegos los equipos contrarios han encontrado la forma de poder presionar a Tannehill. Si a esta situación le sumamos todas las bajas defensivas que tienen al momento los Dolphins, es la combinación perfecta para el desastre: Anthony Johnson, Jonathan Freeny, Jelany Jenkins, Koa Misi, Cortland Finnegan, Jamar Taylor, Chris McCain, Walt Aikens, Dion Jordan y Jimmy Wilson están lesionados y su tiempo de juego es mínimo.
La situación no puede ser peor para los Dolphins, están obligados a ganar todos los juegos que le quedan, comenzando con el de mañana en casa de los Patriots. Luego recibirán en casa a los Jets de Nueva York, quienes siempre le juegan bien a los Dolphins y con los cuales se ha desarrollado una rivalidad histórica, para finalmente enfrentar a los Vikings de Minnesota. Matemáticamente hablando las posibilidades de clasificación son reales. ¿Pero anímicamente estarán listos los Dolphins para esta recta final? Las cosas no están funcionando y se dejó ver animosidad entre los jugadores y el cuerpo técnico, cuando Jared Odrick le reclamó a gritos al coach Joe Philbin el cambio de una situación defensiva. Para sazonar más la herida los Dolphins no hicieron ningún intento de pase profundo frente a Baltimore, la peor defensa trasera de la NFL y la que más yardas ha permitido a los recibidores abiertos de la NFL. Hubo un mar de preguntas de la prensa deportiva de Miami, para las cuales Philbin pareció no tener respuesta y se limitó a decir que quizás el plan de juego frente a Baltimore no había sido el mejor. Esto dejó un mar de especulaciones sobre su futuro como coach de los Dolphins, de estos no lograr la clasificación a la post temporada y sobre la relación interna actual entre jugadores y cuerpo técnico.
Otro que estuvo bajo fuego constante durante la semana fue Dennis Hickey el Gerente General (GM), quien está siendo cuestionado por la falta de profundidad en la línea ofensiva. Muchos conocedores entienden que el roster final de los 53 jugadores estuvo mal configurado, ya que en ciertas posiciones hay jugadores en exceso mientras que en otras había un mínimo. Una vez más la prensa ha hecho sus preguntas y las contestaciones no han sido pensadas y han puesto a Hickey en aprietos. Ya que este a una pregunta contesto que jamás hubiese pensado que Branden Albert se pudiese lesionar; a esta contestación la pregunta obligada seria: ¿En un deporte de tanto contacto como el futbol americano no se pensó en las lesiones?
Con todas estas distracciones los Dolphins van a enfrentar a uno de los equipos más calientes de las últimas semanas, los Patriots, estos solo han perdido frente a Green Bay en un juego luchado. Son un equipo muy distinto al que jugó en Miami al comenzar la temporada y comandados por uno de los mejores de la historia, Tom Brady. Quien tiene por aliados ofensivos a tres corredores que se combinan para más de mil yardas: Stevan Ridley (340 yardas), Shane Vereen (347 yardas) y Jonas Grey (345 yardas). A estos se les unió hace solo un par de semanas el veterano LeGarrette Blount. Y como recibidores tendrá a: Julian Edelman (884 yardas), Brandon LaFell (753 yardas) comandados por Ron Gornkoski (997 yardas). Estos 7 jugadores se combinan para 32 anotaciones (TDs); más anotaciones (TDs) que el equipo completo de los Dolphins. Es un juego difícil que los Dolphins están obligados a ganar y donde su única arma defensiva será la presión que pongan a Brady los estelares Cameron Wake, Jared Odrick y Olivier Vernon.
Muchas situaciones provocadas por las lesiones, que han hecho de la recta final para los Dolphins, una complicada y llena de distracciones. ¿Podrán reponerse a tiempo para clasificar? Solo el tiempo dirá si la rivalidad divisional levantará el juego de los Dolphins o si nos preparamos para otra pretemporada llena de cambios y controversias.
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