Luego de la entrada de Dan Campbell los Dolphins de Miami han sido otro equipo totalmente diferente al que habíamos visto a comienzos de temporada. Los números tanto de la ofensiva, como de la defensiva han dado un giro de 180 grados. El ambiente ha cambiado para bien y la fogosidad de Campbell es contagiosa. Un estilo agresivo de jugar, arriesgando para obtener resultados. La producción individual de los jugadores también ha cambiado. Ryan Tannehill y Lamar Miller establecieron marcas modernas para la NFL, y Cameron Wake se ha tornado en el segundo mejor jugador para su posición en la liga. Este tipo de reacción ha cambiado el ambiente en el sur de la Florida. Y no es para menos ya que han anotado 82 puntos frente a 36 de sus oponentes. Esto ha levantado grandes expectativas y entusiasmo por parte de los dolfans para el juego de mañana frente a los Patriots de New England. Pero debo dejar la pasión a un lado y ser frio en mi análisis de los que les espera en New England.
Dentro de las aplastantes victorias obtenidas por los Dolphins se han pasado muchos detalles por alto que en un juego cerrado harían la diferencia entre una victoria y una derrota. Comenzaré por dejar claro que el histórico juego de Tannehill el domingo tubo una falla demasiado de grande para dejarla pasar desapercibida. Los Dolphins solo convirtieron una sola ocasión en terceras oportunidades en 10 intentos, si a eso le suman las 4 detenciones (sacks) permitidos por la línea ofensiva, estamos ante una línea ofensiva que aunque ha mejorado le falta mucho por corregir. Billy Turner ha demostrado una mejoría como guardia, pero aun le falta mejorar su protección cuando la línea defensiva contraria pone presión al juego aéreo de Tannehill. Esa presión es la que no permitió a Tannehill convertir en las terceras oportunidades. Los Patriots vendrán a atacar a Tuner, no lo duden, esa posición podría definir el resultado del juego. Turner ha demostrado ser mejor en el juego de la carrera, lo que ha sido explotado por Miller. De hecho, cuando Miller ha cargado el balón en 15 oportunidades o más los Dolphins mantienen record ganador.
Del lado defensivo la línea frontal se está convirtiendo en una temida por los mariscales de campo (QBs) contrarios. Wake y Ndamukong Suh han despertado a atacar la ofensiva contraria, ayudados por Earl Mitchell, Jelany Jenkins y Reshad Jones. El principal problema de la defensiva es la parte trasera donde Brent Grimes necesitara ayuda si Tom Brady logra establecer su juego aéreo. Es un juego donde la defensa debe estar activa toda la noche, no hay espacio para relajarse ya que Brady tiene demasiadas armas que saben ejecutar: Julian Edelman 45 atrapadas para 503 yardas, Rob Gronkowski 34 atrapadas para 533 yardas, Dion Lewis 26 atrapadas para 256 yardas y Danny Amendola 25 atrapadas para 289 yardas. Su juego en la carrera es algo más discreto contando con básicamente dos corredores que se dividen la carga: LeGarrette Blount con 52 intentos para 246 yardas y Dion Lewis con 40 intentos para 201 yardas. Si miramos los números de sus líderes en estadísticas encontramos que su juego es bastante balanceado con los recibidores mencionados recibiendo 130 pases y sus corredores con 92 intentos. Lo que implica que la defensiva de los Dolphins deberá leer los cambios de patrones ofensivos para no caer en el patrón ofensivo de los Patriots.
Por ser una semana corta Campbell cambio su patrón de entrenamiento por uno menos agresivo para dar espacio a los jugadores a recuperar después del juego del domingo. Muchos han criticado esa acción pensando en que podría verse afectado el juego agresivo de los pasados dos juegos. Pienso que Campbell hizo lo correcto, ya que los jugadores llegarán descansados para un juego en la carretera en el cual deberán estar al cien por ciento tanto fisco como mental. Será una noche donde los ojos de todos los analistas de la NFL estarán sobre los Dolphins. ¿Podrá la línea ofensiva proteger a Tannehill para ayudarlo en momentos claves? ¿Mejorará el por ciento de terceros intentos convertidos? Solo mañana lo sabremos. ¿Podrán los Dolphins mantener viva la Campbell manía?
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