Los Dolphins de Miami han encontrado la consistencia que se necesita para ser contendores al título divisional. Han ganado 4 de sus últimos 5 juegos, y esa única derrota podría bien atribuirse a una mala decisión del cuerpo técnico en el último minuto frente a Green Bay. La línea ofensiva se ha encargado de proteger a su mariscal de campo (QB) Ryan Tannehill y este a su vez está aprovechando todos los espacios creados por la línea ofensiva para abrir el campo a sus recibidores. Sumado a una carrera consistente al comando de Lamar Miller, los Dolphins se han convertido en un equipo difícil de defender. Los números de Tannehill son impresionantes en estos últimos 5 juegos: 10 anotaciones (TDs), un total de 227 yardas con su carrera buenas para 9.9 yardas por intento, con 68% de pases completados y unos 30 puntos por juego. A esto sumémosle los números de Miller en la carrera: 4.9 yardas por intento en alrededor de solo 14 intentos por juego, en momentos claves para mover la cadena y darle nuevas oportunidades a la ofensiva. Ofensiva que durante estos últimos 5 domingos ha encontrado más de 5 recibidores abiertos (WR) por juego, creándole serios problemas a la defensa contraria.
Pero dejemos a un lado la ofensiva y hablemos de la defensa. En estos últimos 5 juegos han estado jugando de menos a más y se han colocado al tope de las estadísticas junto a los mejores equipos de la NFL. La combinación de Cameron Wake y Olivier Vernon atacando por las esquinas ha sido letal provocando que los mariscales de campo (QBs) contrarios estén jugando apresurados todo el tiempo. Súmenle los tacles defensivos: Randy Starks y Jared Odrick, quienes junto a Earl Mitchell, Jelani Jenkins y Koa Misi se encargan de la carrera contraria. Adicional una impresionante parte trasera al comando de Brent Grimes a quien hace poco, luego de cumplir una suspensión, se le unió Reshad Jones, completan junto a Dion Jordan, Louis Delmas y Cortland Finnegan una versátil y poderosa defensiva a la par con las defensas elites de la NFL.
Mañana domingo será la prueba de juego de los Dolphins cuando viajen a Detroit para enfrentar a los Lions en su guarida. Este equipo de los Lions está considerado en este momento el mejor equipo defensivo de la NFL. Es el momento ideal para Tannehill apoderarse de los comentaristas de la NFL manteniendo el juego estable que ha lucido en estos últimos juegos. Una victoria en Detroit seria “la llave de la puerta” para luchar por el título divisional frente a los Patriots de Nueva Inglaterra. Ya que con 6 juegos ganados solo deberían controlar sus juegos divisionales para adelantar a la post temporada (2 juegos frente a los Jets de Nueva York, uno fente a los Bills de Búfalo, y uno frente a los Patriots que muy bien podría definir el título divisional). Para esto la defensa debe mantenerse al mismo nivel que ha estado en los últimos juegos donde solo ha permitido 27 puntos, siendo el último juego frente a San Diego el más impresionante cuando dejaron a los Chargers y a Phillip Rivers en cero puntos. Es un momento de transición para los Dolphins, de un equipo promedio a un equipo contendor. Pero la realidad es que ¡los Dolphins están en carrera!
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