Espacio para mejorar.

Hace un par de semanas escribí sobre la profundidad de talento en esta versión de los Miami Dolphins. El pasado domingo esa profundidad fue puesta a prueba con uno de los equipos más ganadores de últimos años en la NFL, los Patriots de New England. Fue una victoria que tuvo una combinación de factores: el trabajo de la línea ofensiva abriendo camino a la carrera, lo cual fue aprovechado hasta la saciedad tanto por Knowshon Moreno como por Lamar Miller, quienes corrieron para 193 yardas; el trabajo de la defensa media trasera (MLB), que antes de terminar el primer cuarto del juego había perdido a sus tres abridores, lo que dio paso al gran trabajo de Jason Trusnik y Chris McCain quienes junto a Jelani Jenkins y Jordan Tripp se hicieron cargo de detener con efectivos tacles a la ofensiva de los Patriots; y finalmente el acoso despiadado de la línea defensiva comandados por Cameron Wake. Cabe destacar que la firma de Chris McCain jugador fuera de roster fue responsabilidad de Dennis Hickey, y el jugador está demostrando que pertenece a la NFL.

La ofensiva aunque produjo muchos puntos no fue lo excitante que muchos esperaban. Quizás Bill Lazor al enfrentar a los Patriots prefirió en el plan de juego ser algo conservador con las jugadas. Ya veremos este domingo en Búfalo frente a la defensa de los Bills que tipo de ofensiva jugaran los Dolphins. Ryan Tannehill todavía tiene problemas con sus pases largos, y parece ser más un problema de confianza, que de talento. Cuando trato de encontrar a Mike Wallace en un pase profundo se quedó corto pero por mucho, sin embargo cuando al final del juego fue en busca de la anotación realizo un pase perfecto que fue dejado caer por el recibidor. Lo que a mi entender da paso a que la presión que ha recibido tanto de los medios como de los fanáticos no lo deja producir ese pase largo cuando de encontrar a Wallace se trata. De hecho Tannehill debe producir más yardas ahora que el juego de la carrera comienza a emerger dentro de la ofensiva de los Dolphins. Cabe destacar que la llegada de Branden Albert le da una dimensión con su liderato a la línea ofensiva con el cual no contaban y este está exigiendo más trabajo y protección para Tannehill a sus compañeros al punto de comentar que la obligación de la línea es que Tannehill salga con su uniforme limpio al finalizar los juegos.

En fin, el domingo pasado será recordado como una de las mejores victorias de los Dolphins en mucho tiempo. Primero era frente a los Patriots, quienes desde el 2003 no perdían un juego inaugural; segundo, estaban abajo por 10 puntos al finalizar el primer tiempo frente a uno de los mejores de la historia: Tom Brady; y por último fue con la participación de la mayoría de los novatos seleccionados y/o firmados por la organización para esta temporada, lo que nos dice que los Dolphins son un equipo de futuro y que la reestructuración hacia un equipo contendor verdaderamente a comenzado. Todavía hay espacio para mejorar mientras tanto nos disfrutamos la victoria del juego de apertura.

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