Hablemos de football

El pasado jueves, luego de una primera mitad buena a ambos lados del balón los Dolphins parecían encaminados a otra debacle. La defensa estuvo fuera prácticamente todo el 3er cuarto, y aunque Brent Grimes logró una intercepción para 92 yardas y una anotación, Andy Dalton se las arregló para empatar el juego y luego poner al frente a los Bengals de Cincinnati ante la agotada defensa de Miami. La defensa de los Dolphins volvió a ser asfixiante, Cameron Wake y Dimitri Patterson hicieron las delicias de los dolfans. Y aunque la cantidad de yardas de los Bengals fue impresionante, no fueron menos impresionantes las 3 intercepciones de los Dolphins y la pérdida de balón (fumble) provocada  en momentos claves del juego.  Caleb Sturgis volvió a tener problemas con su precisión al principio del juego fallando un gol de campo que parecía ser decisivo a favor de los Bengals, pero un pase interceptado por Dannell Ellerbe le dio la oportunidad a Sturgis de reivindicarse cuando volvió para convertir el gol de campo que llevaría el juego a tiempo extra. Los Dolphins tuvieron la primera oportunidad, pero no pudieron anotar y entregaron el balón. Dalton y los Bengals debieron comenzar desde la yarda 3, los primeros dos intentos fueron fallidos y en el tercer intento Cameron Wake rompió la línea ofensiva para detener (sack) a Dalton y obtener una auto anotación (safety) dándole una emocionante victoria a los Dolphins, deteniendo así una racha de 4 derrotas seguidas. La línea ofensiva hizo quizás el mejor trabajo de la temporada cuando contuvo a la defensa de los Bengals dándole al mariscal de campo (QB) Ryan Tannehill espacio y tiempo para crear situaciones de juego. Pero no solo eso, también crearon los espacios para que Lamar Miller y Daniel Thomas tuviesen su mejor juego por tierra cuando ambos se combinaron para 157 yardas en 30 intentos, para un promedio de 5.2 yardas por intento.

Así las cosas los Dolphins se encaminan a una semana larga de descanso donde visitaran a sus vecinos de Florida, los Bucaneros de Tampa, en juego  de lunes en la noche, que muy bien podría marcar la remontada de una temporada que parecía desmoronarse cuando luego del mejor arranque en años, los Dolphins volvieron a dejar pasar victorias con errores al no poder cerrar partidos. El calendario les trae luego de los Bucaneros, a los Chargers de San Diego y los Panthers de Carolina en casa, luego viajan a New York  para enfrentar a los Jets, y de ahí van a Pittsburg a enfrentar a los Steelers.  Estos cinco partidos son contra equipos que han estado luciendo inestables e inconsistentes y muy bien podrían convertirse en cinco victorias consecutivas dejando a los Dolphins con un récord de 9-4 para recibir en casa a los Patriots de New England en el juego que muy bien podría definir el título de la división.

Las interrogantes siguen siendo las mismas. ¿Podrá la línea ofensiva mantener el nivel que demostró contra los Bengals? ¿Mantendrá Lamar Miller su producción en la carrera como en los últimos dos juegos?  ¿Encontrará por fin Ryan Tannehill a Mike Wallace en jugadas de pases profundos? Eso está por verse, lo que sí es seguro que la defensa de los Dolphins, ha encontrado su ritmo y el descanso de la semana favorece a su motor defensivo Cameron Wake, quien junto a Dimitri Patterson parecen haberle dado vida una vez más a los Dolphins.

Las demás distracciones, son solo eso distracciones, que en nada aportan al deporte y son procesos por los que pasan todos los novatos en todos los deportes profesionales, una especie de iniciación. ¿Que quizás se salió de proporción? Solo los encargados de la disciplina en el camerino sabrán si es lo normal o alguien de un lado o del otro exagero la nota. Yo no abonare a las distracciones, estoy aquí para hablar de football!

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