Otro decepcionante Diciembre.

Ayer concluyó una temporada más para los Dolphins de Miami. Luego de una pretemporada activa donde el nuevo Gerente General (GM) Dennis Hickey demostró tener pleno conocimiento de la liga y de las necesidades de los Dolphins, donde se hicieron las movidas necesarias. Pero al final el record de ganados y perdidos se mantuvo igual, 8 ganados e igual número de derrotas. La primera parte de la temporada apuntaba a que por primera vez desde el 2008 los Dolphins tendrían un espacio en los campeonatos divisionales. No fue así; la defensa se derrumbó y fueron aplastados por las ofensivas contrarias, y por mucho que lograse la ofensiva las derrotas se acumularon y al final los Dolphins se conforman con un tercer lugar en la división.

Vayamos a los números ofensivos de la temporada acumulados por sus jugadores claves. Comencemos con Ryan Tannehill: 27 anotaciones (TDs), 12 intercepciones, 4,045 yardas por aire (total más alto para un mariscal de campo de los Dolphins desde que Dan Marino lo hizo hace 20 años), un ratio de 92.8, números impresionantes en su tercera temporada en la NFL, es el sexto (QB) con más yardas, 11,252 acumuladas en sus primeras tres temporadas en la historia de la NFL. Lamar Miller (RB) principal corredor de los Dolphins luego de la salida de Knowshon Moreno por lesión quien jugó un solo juego completo y otros pocos intentos en dos juegos adicionales lastimado: 1099 yardas en 216 intentos buenos para 5.1 yardas por intento con 8 anotaciones (TDs) 38 recepciones buenas para 275 yardas por aire con promedio de 7.2 yardas por recepción. Mike Wallace recibidor abierto (WR): 862 yardas en 67 recepciones para 12.9 yardas por recepción con 10 anotaciones (Tds) su total más alto desde el 2010 cuando consiguió otros 10 (TDs) con los Steelers de Pittsburg. Jarvis Landry recibidor abierto (WR): 758 yardas en 84 recepciones (superado en este renglón solo por Odell Beckham con 91 recepciones en total para un novato) buenas para 9 yardas por recepción y 5 anotaciones (TDs). También está Charles Clay  con 605 yardas en 58 recepciones, Brian Hartline con 474 yardas en 39 recepciones y así siguen los números ofensivos de los Dolphins, estadísticas que muestran un equipo muy distinto al que termina en la tercera posición de su división.

Ahora echémosle una mirada a la defensa, y como esta implosionó en los últimos 6 juegos; para mí la razón por la cual los Dolphins hoy no estén en la postemporada. Semana número 12 visitando a Denver: derrota 36 por 39; semana número 13 visitando a Nueva York Jets: victoria 16 por 13; semana número 14 en casa frente a Baltimore: derrota 13 por 28; semana número 15 visitando a Nueva Inglaterra: derrota 13 por 41; semana número 16 en casa frente a Minnesota: victoria 37 por 35; y finalmente, semana número 17 en casa frente a los Jets: derrota 24 por 37. En cuatro de estos 6 juegos los Dolphins permitieron más de 35 puntos y en otro permitieron 28 puntos. Cerrando esa recta final con record de 2 ganados y 4 perdidos. ¿Qué sucedió con la defensa? Los atacantes del pase Cameron Wake y Olivier Vernon se tornaron invisibles, la defensa media desapareció permitiendo más de 200 yardas por tierra en prácticamente todos los juegos. El plan defensivo de Kevin Coyle se vino abajo por segunda temporada consecutiva en los últimos juegos. ¿Después de dos debacles consecutivas, merece Kevin Coyle otra oportunidad como Coordinador Ofensivo de los Dolphins? Es la pregunta que anoche y hoy temprano en la mañana debe estar rondando las mentes de Stephen Ross, Dennis Hickey y en especial de Joe Philbin. Una temporada más donde un subalterno de Philbin falla para ayudar a guiar a los Dolphins a la postemporada, en otro decepcionante mes de Diciembre.

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