Una tarde memorable en Miami.

Luego de la debacle frente a Tampa en el football del lunes en la noche.  Los Dolphins de Miami parecían encaminados a eliminarse sin dar una última batalla. Todo indicaba que la eliminación era inminente; una línea ofensiva que aun completa tenía problemas para proteger a Ryan Tannehill, en ese momento por el caso Martin/Incognito y la lesión de Mike Pouncey estaría improvisada usando a Sam Brenner un novato del equipo de prácticas como guardia (guard) y John “el versatil” Jerry como centro. La mezcla precisa para el desastre, eso era lo que muchos anticipábamos incluyéndome a mí. Pero esta línea ofensiva tenía preparada una sorpresa y es que por fin Tannehill tendría tiempo para articular la ofensiva en vez de pensar en evitar las detenciones (sacks).  Así las cosas fueron tomando forma y Ryan Tannehill se las ha arreglado para conseguir victorias consecutivas frente a equipos de primer orden defensivamente hablando: los Chargers de San Diego, Jets de Nueva York y el pasado domingo en unas condiciones de juego donde el clima se torno inclemente los Dolphins derrotaron a los Steelers de Pittsburg. Dejando la puerta abierta para un juego memorable cuando reciban en casa a los líderes del Este de la AFC, los Patriots de Nueva Inglaterra. Un juego de mucha importancia para ambos equipos. Por un lado los Dolphins no pueden perder para mantener la lucha por el último espacio del juego del comodín (wild card game), donde están empatados con los Ravens de Baltimore, quienes le aventajan por el resultado entre ambos. Y por otra parte los Patriots con una victoria asegurarían el titulo de la división. He aquí la importancia para ambos equipos. 

Ryan Tannehill ha reencontrado el ritmo, y ha estado repartiendo el juego de manera aceptable, usando a Charles Clay y Brian Hartline como sus armas preferidas, he insertando a Mike Wallace de distintas maneras para luego sorprender a la defensa contraria con pases largos a este. También Tannehill se ha convertido en una amenaza cuando no encuentra alternativas abiertas y está utilizando su habilidad y velocidad para ayudar a mover las cadenas consiguiendo importantes primeras oportunidades con el juego de la carrera. Mañana necesitará ayuda de sus corredores Lamar Miller y Daniel Thomas, quienes en los últimos dos juegos han estado brillantes. El juego de la carrera por el centro y los pases cortos al medio serán vitales, ya que es ahí donde la defensa de los Patriots tiende a cometer errores. La defensa zaguera de los Patriots ha jugado bien durante toda la temporada, así que habrá que ver como Mike Sherman y Tannehill van a utilizar a Wallace. 

Del otro lado del balón, la defensa, los Dolphins esta luciendo muy bien comandados por  Olivier Vernon con 11.5 detenciones y Cameron Wake con 7.5 detenciones. A estos se une Philip Wheeler con 92 tacles y Brent Grimes quien está teniendo una temporada de pro bowler con sus 4 intercepciones y sus 15 pases interrumpidos (deflections). En esa cadena de tres victorias la defensa ha sido clave en momentos cruciales, cosa que no estaba sucediendo antes, logrando cerrar con victorias. 

Sera una tarde memorable en Miami, con una temperatura de alrededor de 85° ante casa llena, los Dolphins buscarán mantener vivas las esperanzas de lo dolfans de un pase a la post temporada. Ryan Tannehill seguirá tratando de convertirse en el segundo Mariscal de Campo (QB) en la historia de la franquicia de pasar para más de 4000 yardas. Pero lo más importante, saborear una victoria frente a Tom Brady y sus Patriots.

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